Bronquiolitis: ¿Qué es y cómo podemos ayudar a nuestros pequeños?
La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda común en los bebés y los niños pequeños, menores de 24 meses. Afecta los bronquiolos, las pequeñas ramas de los bronquios que llevan el aire a los pulmones.
La bronquiolitis es causada por diferentes virus, siendo el virus sincitial respiratorio (VSR) el principal, y se contagia fácilmente a través del contacto cercano con otras personas que tienen la infección.
En los adultos no deja de ser un resfriado común sin mayor repercusión, pero en los niños pequeños, el virus no se aloja únicamente en nariz y garganta; sino que baja hasta los bronquios provocando una inflamación y obstrucción de los mismos con el consiguiente cuadro de tos y dificultad respiratoria.
Las paredes del bronquio se inflaman, se llenan de moco y no se consigue hacer un adecuado intercambio gaseoso, por lo que algunos niños precisarán de oxígeno para recuperarse.
Cada año un 33% de los lactantes padecerán una bronquiolitis.
Entre el 7 y el 14% de los niños menores de 12 meses precisarán hospitalización.
Tiene una mortalidad menor al 1%.
¿Cómo detectar la bronquiolitis?
Empieza como un resfriado, con mocos, estornudos, tos de garganta y fiebre ligera. A partir del cuarto día se extiende a los bronquios. Esta fase se suele alargar entre 5 y 7 días, aunque a veces la tos persiste durante una o dos semanas más.
¿Cuáles son los datos de alarma?
• Dificultad para respirar
• Saturación por debajo de 93%
• Que el bebe este hipoactivo (adormilado)
• Pobre ingesta alimentaria
• Ausencia de orina en los pañales
Aunque no hay un tratamiento específico para la bronquiolitis, hay medidas que podemos tomar para ayudar a nuestros pequeños a sentirse más cómodos y aliviar sus síntomas. Estas incluyen:
Hacer uso de un humidificador para humedecer el aire y ayudar a aliviar la congestión.
Asegurarse de que nuestro pequeño esté bien hidratado, ya sea con leche materna o fórmula.
Ayudar a nuestro pequeño a mantener las vías respiratorias despejadas mediante la succión nasal suave.
Asegurar que nuestro pequeño tenga una buena postura, ya sea sentado o acostado, para facilitar la respiración.
Es importante recordar que, si el estado de nuestro pequeño empeora o si presenta dificultad para respirar, es necesario buscar atención médica de inmediato.
La bronquiolitis es una enfermedad desagradable, pero con cuidado y atención adecuados, podemos ayudar a nuestros pequeños a superarla y volver a estar felices y saludables.